Y es que creer, es algo tan natural. Qué sería de nosotros si no creyéramos en nada.
Entonces, me pongo a pensar en lo que creo, en como ha cambiado eso con el paso de los años, con mi forma de pensar, con mis experiencias, circunstancias y mis dos arrugas nuevas.
Creo en ti, en el amor, en la constancia y en el gato.Creo en poder mirar lo que me rodea y respirar profundo, resignada, en calma.Creo en la fuerza de mi madre, en los ojos de mis hermanos.
Creo en sentarme, tomarme una copa de vino y sentirme liviana.Creo en ese abrazo que nos damos cuando nos separamos.
Creo en la libertad, en la esperanza de un mundo mejor.Creo que puedo alcanzar la felicidad, sentirme completa, querida y querer, avanzar, llorar, reír, caer y levantarme.Creo que todos estamos locos, algunos mucho más que otros, creo en la maldad, en el terror y así también en la luz, la bondad, la tolerancia y humanidad.
Creo en la vida, en tomar tu mano y caminar.
Y sí, creo en mi.